Comenzamos una nueva AVENTURA..
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Y ahora la pregunta del mes:
¿QUÉ SITUACIONES HABITUALES RECUERDAS O RECONOCES EN TI COMO REPETITIVAS, QUE DEBERÍAN PONER EL SEMÁFORO DE TU VIDA EN ROJO?
* Es fácil reconocernos en situaciones o hábitos que otras personas compartan aquí con todos, y recuerda que SIEMPRE la reflexión nos ayudará a afrontarlas mejor la próxima vez que se presenten en nuestro día a día.
Y ahora, para entender mejor la pregunta, este mes nos familiarizaremos con nuestro amigo el Semáforo, y veremos cómo puede ayudarnos a mejorar nuestras emociones.
¿Cómo nos puede ayudar el semáforo en el manejo de nuestras emociones? Esta técnica (mediante su similitud de colores con el semáforo) nos ayudará a tomar las riendas y “elegir” mejor hacia dónde dirigirnos.
Siempre que HACEMOS algo (hablamos, trabajamos o pensamos) nuestro semáforo está en verde. ¿Correctamente en VERDE? No siempre, y ahí es dónde vamos a centrarnos.
Cuando ocurre algo que nos pone en tensión emocional, ¡OJO! Se DEBERÍA ENCENDER el color ÁMBAR, para alertarnos de que nuestras emociones están a punto de dispararse; el enojo, la rabia, la tristeza o los nervios nos podrían atrapar hasta el punto de hacernos vivir una realidad que no es la mejor para la situación que se nos presenta.
Si comenzamos a actuar sin control bajo la emoción que nos atrapa, recuerda que, lo veas o no, tu semáforo interno se pone en Rojo porque es momento de Parar, de darnos el “Alto”, detenernos unos momentos para respirar más profundamente, reconocer nuestras emociones, ver cuál es nuestro problema, saber que podemos “Elegir” y en definitiva NO SEGUIR PELIGRÓSAMENTE POR UNA CALZADA INDESEADA.
Estos segundos o minutos son esenciales. Sólo en esos momentos tienes la oportunidad de no permanecer ahí por más tiempo.
¿Y qué hacer si me descubro ante un semáforo interno en ROJO?
Lo importante como primer paso es darnos cuenta de que estamos ante un semáforo ROJO en el mundo emocional de nuestra vida. Acto seguido debemos ponernos voluntariamente en Ámbar: ¿Qué puedo hacer?, ¿Cómo puedo afrontar la situación de modo que tras ello aprenda y mejore? ¿Puedo elegir una forma que considere más óptima de afrontar esta situación? ¿con la actitud que estoy adoptando estoy construyendo la vida que DESEO, la que me hace feliz?.
Una vez que hemos sido capaces de colocarnos en el color ÁMBAR, ahora podemos pasar a la ACCIÓN DEL VERDE.
Verde: es poner en acción opciones nuevas o que consideramos más constructivas, eligiendo la que creamos mejor, aunque después veamos que podemos mejorarlas en futuras ocasiones. Estaremos evolucionando hacia una vida más sana, alegre y feliz, donde las emociones negativas no se hagan dueñas de mis actos, ni mis acontecimientos diarios.
ESTA ES LA TÉCNICA DEL SEMÁFORO ¿fácil? Pues ÁNIMO Y A VIVIR.
Recuerda que a lo largo del día, los semáforos en nuestras calles, serán nuestros aliados porque nos ayudarán a recordar cómo estamos manejando nuestras emociones e invitándonos a hacerlo mejor. Desde este momento cuando veas un semáforo, deseamos que seas capaz de analizar en qué estado debería estar el semáforo de tu vida ¿deberías ponértelo en Rojo y no continuar el días desde ese estado? ¿debes ponerte en ámbar y pensar? ¿o estás en óptimas condiciones de seguir circulando FELIZ en tu día más importante de tu vida? ¿QUE CUAL ES EL DÍA MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA? SIN DUDA, ¡¡¡ HOY!!!
Muchas gracias por la lección y la técnica del semáforo, desde mañana la pongo en práctica, sobre todo cuando los niños empiecen a remolonear antes de ir al colegio, momento en el que siempre pierdo los nervios y no suelo pararme, sino todo lo contrario, volverme medio loca y empezar a dar gritos que me dejan de mal humor media mañana.
ResponderEliminarHola, me llamo Alicia, gracias por la técnica, me gusta mucho. Mi semáforo se pone en rojo cuando siento miedo e inseguridad ante los cambios, me tenso y me angustio pensando que no sabré resolver los problemas o situaciones,en cambio cuando me animo veo más soluciones y que no era para tanto. Recordaré el semáforo para superar mis miedos, muchas gracias.
ResponderEliminar_Hola, soy Lucía. Yo tengo dos emociones, demasiado cotidianas en mí, que identifico claramente como "ámbar", son la melancolía y el enfado. No conocía esta técnica del semáforo que ilustra muy bien, en mi caso, cómo esas emociones pasan a la tristeza y la ira, con un matiz muy importante y es que no es algo ajeno a mi voluntad sino que en esta ocasión yo, y solo yo, puedo elegir el color al que va a cambiar mi semáforo. Voy a ir "practicándo" y ya os cuento
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